Bloglovin

jueves, 20 de septiembre de 2012


FLORES

He salido a pasear temprano, como cada día, y a los pocos metros de salir de casa, por el camino de siempre, sin saber muy bien por qué, he alzado la vista y me he quedado quieta. Ha sido un acto que en principio me ha parecido reflejo, pero al observar más detenidamente, me he dado cuenta de por qué me he parado. En tu largo balcón las flores estaban marchitas. Todas.

Te he visto muchas veces regando con mimo tus plantas, mientras tarareabas, casi en su susurro, canciones alegres que parecían dirigidas a ellas. A pesar de tu edad y de la dificultad que mostrabas para moverte, ese trabajo lo hacías cada día, me daba la impresión, con buen humor, con mucha delicadeza. También recuerdo que, a menudo, incluso cuando regresaba de mi paseo, después de más de una hora, todavía seguías allí, continuando con tu minuciosa tarea  o sentada, descansando en tu silla blanca de mimbre y siempre mirando a tus flores.

Todavía parada y viendo los restos de las antes vistosas y coloridas macetas, me  he dado cuenta de que hacía días, quizá semanas, que no te oía, que no te veía.



3 comentarios: