Una crema "divina"

La crema de la que hoy os hablo la elaboran las monjas del Monasterio de Santa Clara de Tudela. Y no se me ocurre mejor adjetivo que divina para calificarla. Yo que la he utilizado en numerosas ocasiones, puedo asegurar que cada día le descubro una nueva utilidad. Es una crema tan polivalente que sirve tanto para aliviar pequeñas heridas, quemaduras o inflamaciones como para hidratar o evitar rozaduras. Además, contiene únicamente elementos naturales, como son el saúco, la caléndula, el aloe vera y la hiedra.

Nueva imagen

Ahora la crema está de estreno, ya que cuenta con nueva imagen. Un diseño que ha sido creado por  David Olloqui y que me parece todo un acierto:

La imagen anterior era ésta:

Mª Pilar y Mª Teresa

Además de todas la propiedades que la materia prima de calidad aporta a la crema, hay que destacar que se nota la mano de las clarisas, el mimo, cariño y esmero que le ponen a todo el proceso. Porque lo hacen todo ellas.

He tenido la oportunidad de acceder al monasterio y ver cómo realizan el proceso y la verdad es que ha sido de lo más interesante.

Lo primero que destacaría es la pasión que las monjas sienten por lo que hacen. Mª Pilar y Mª Teresa, principales artífices de este proyecto,  transmiten una energía desbordante cuando hablan de lo que hacen. 

La recolección de los ingredientes

El primer paso de la elaboración es la recolección. Ahora que empieza la primavera es el momento idóneo para recoger tanto la caléndula como el aloe vera.

La caléndula es una flor que destaca por sus propiedades para desinflamar, desinfectar y mejorar el tiempo de cicatrización de las heridas. Además, reduce sarpullidos e irritaciones y alivia sensiblemente las rozaduras causadas por los pañales en bebés y personas mayores.

En esta época está así de espectacular:

Mª Pilar y Mª Teresa recolectando la caléndula

El Aloe Vera, por su parte,  es conocido por sus múltiples propiedades favorables para el organismo.

Penetra fácilmente en la piel y se utiliza como hidratante, cicatrizante y regenerador celular. También es aconsejable para tonificar y evitar arrugas y ayuda a a sanar pequeñas quemaduras y heridas.

En el monasterio, los aloe se crían tan hermosos que hay hojas que llegan a pesar más de un kilo:

Los otros dos componentes de la crema son el saúco y la hiedra.

El saúco tiene propiedades bactericidas y antiinflamatorias, por lo que se usa para curar y desinfectar pequeñas heridas y quemaduras. También se aconseja para pieles sensibles o irritables, para rozaduras e inflamaciones leves.

Otros usos del saúco: como tónico para piel y para eliminar manchas cutáneas.

La hiedra, por su parte, cuenta con capacidad para reducir la sensibilidad nerviosa y el dolor muscular externo. También se utiliza como tratamiento natural de la celulitis.

Del saúco se guardan y se dejan secar las cortezas de las ramas y en estos momentos las clarisas ya lo tienen recolectado . La hiedra,  la recogen cuando la necesitan para elaborar los distintos lotes.

Después de la recolección

Tras la recogida de las plantas, las clarisas continúan con el proceso:

• Maceración: se realiza en aceite de oliva. Por un lado se procesa el aloe vera y por otro el saúco, la hiedra y la caléndula.

• Filtrado: el resultado de la maceración se filtra para eliminar cualquier tipo de impureza.
• Fusión con la cera: la masa obtenida tras el filtrado se une con una mezcla de cera de abejas y aceite y se bate hasta conseguir una crema homogénea.

• Envasado y etiquetado: la mezcla final se reparte en tarros que son etiquetados. 

• Posteriormente, de cada lote envían una muestra al laboratorio para su visto bueno.

Venta

El proceso se cierra con la venta. Actualmente, la crema (50 ml) se puede adquirir a un precio de 10,5 € y la empresa navarra Plant-e se encarga de su distribución.

En breve, además, se podrán  adquirir online.

Como nos comentan las clarisas, su crema se vende mucho, por ejemplo, para evitar las rozaduras de pañales de los bebés y nos cuentan que hay numerosos médicos que la recomiendan  para este uso.
Además, mucha gente la utiliza, como ya he adelantado, para aliviar pequeños cortes, rozaduras y heridas y para curar inflamaciones leves.
Otra de las utilidades más comunes es la de hidratante. Quizá no es la más recomendable para personas con piel grasa pero os aseguro que tanto Mª Teresa como Mª Pilar muestran un cutis impecable...

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En definitiva, ésta es una de esas cremas de cabecera que conviene llevar siempre en el bolso y que te puede sacar de más de un apuro.

Yo que la he probado en varias ocasiones, te aseguro que algo de divina tiene :)