Bloglovin

miércoles, 23 de enero de 2013


OSADÍA

Reunió todo su valor y finalmente se atrevió a apagarlo justo antes de acostarse. Al principio tardó en conciliar el sueño imaginando catástrofes de todo tipo debido a su decisión. Pero al rato se durmió y ya no abrió los ojos hasta la mañana siguiente. Lo primero que hizo fue mirar a su alrededor y descubrir que, para su alivio, todo parecía seguir igual. Lo segundo, inmediatamente, fue encenderlo. Entonces corroboró de manera definitiva que la vida continuaba a pesar de los dos mensajes, cinco whatsapp y veinte correos sin leer.

1 comentario:

  1. Que locura!! Que valiente!!

    Ayer me dejé el iphone en casa por la mañana y no paso nada... ;)

    Aunque si, somos un poco esclavos...

    Un abrazo!

    ResponderEliminar