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RELACIONES

Empecé con el atletismo cuando salía con Alberto, un corredor de maratones. Era tal su pasión por este deporte que me contagié de su entusiasmo y lo probé. Fui cogiéndole el gusto y llegué a participar en la Behobia-San Sebastián.  Cuando terminó la carrera, mi relación con Alberto se rompió.

Más tarde conocí a Luis, el cocinero. Me encantaban todos sus platos y disfrutaba mucho con las comidas que me preparaba. Poco a poco aprendí de su trabajo y en unos meses me convertí en una experta, hasta el punto de que escribí un libro de recetas que se convirtió rápidamente en todo un éxito. Después de su publicación, Luis y yo lo dejamos.

Con Arturo, el músico, procuré no involucrarme en su profesión. Al principio no me costó demasiado porque no tengo estudios de solfeo y me bastaba con escucharle, pero a las semanas comenzó a enseñarme a tocar la guitarra y me encantó. Tanto que, con apenas diez clases recibidas, un día compuse yo sola una canción. Al día siguiente nos separamos.

Mi nuevo chico, Darío, es escritor. Hace poco comencé con los microrrelatos, así es que intuyo que lo nuestro no va a durar demasiado...