Bloglovin

lunes, 30 de abril de 2012


CUENTA ATRÁS

El despertador le levantó, como cada día, a las 6:30. Lo dejó sonar tres veces antes de apagarlo. Salió de la cama colocando primero el pie izquierdo en el suelo. Descorrió la cortina derecha. Se aseó, se vistió y salió de casa cerrando con llave la puerta. Comprobó que estaba bien cerrada, empujando cinco veces. Bajó por las escaleras y abrió el portal con la mano derecha. Miró a los dos lados de la calle, derecha e izquierda, y echó andar.  548 pasos de distancia hasta la cafetería donde desayunaba todos los días. Esta vez llegó a los 547 y tuvo que retroceder un poco para llegar al número exacto. Se sentó en su mesa, junto a la ventana. Mientras miraba hacia el exterior escuchó que le preguntaban: “¿Qué desea?”. Esa voz dulce, extraña, hizo que girara la cabeza y, mirando a la nueva camarera, respondió, con voz temblorosa: “un cortado”. La chica dio media vuelta y desapareció detrás de la barra. Se tomó el cortado y salió camino al trabajo. Al llegar, se dio cuenta de que, por primera vez en cinco años, no había contado los 1.576 pasos que separaban la cafetería de su oficina. Sonrió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario